Con el objetivo de llamar la atención en torno a la desigualdad y la discriminación que todavía persisten en el mundo por múltiples motivos, la Asamblea General de las Naciones Unidas proclamó en 2013 el 1 de marzo como Día Mundial por la Cero Discriminación.
La lucha contra la desigualdad no es un compromiso nuevo. Ya en 2015 todos los países se comprometieron a reducir las desigualdades como parte de la Agenda 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
Pero la pandemia de COVID-19 está contribuyendo a profundizar las brechas de desigualdad y afectando con mayor dureza a las personas más vulnerables. Las personas LGBTI, y especialmente las personas trans, siguen experimentando discriminación para acceder a derechos y servicios básicos como la educación, la salud, la justicia y el empleo. Los poderes públicos deben comprometerse a continuar trabajando para erradicar la LGBTIfobia.
En España es necesario y urgente actuar para erradicar las desigualdades por orientación sexual, identidad de género y expresión de género. De forma muy especial, urge remover los obstáculos legales que impiden la igualdad de derechos de las personas trans.
La mejor vacuna contra la pandemia de la transfobia es una legislación que reconozca la autodeterminación de género, despatologice las identidades trans y proteja de forma integral los derechos de las personas trans, como ya hacen varios países del mundo. La #LeyTrans será ley.
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#SeráLey