Piden al Ministerio de Igualdad que unifique las leyes trans y LGTBI en un único texto, como le propone el PSOE, y plantean a la Vicepresidencia del Gobierno que, a cambio, incluya el derecho de autodeterminación trans en la legislación, línea roja de los colectivos y de la cartera de Igualdad.
«No se lucha contra los discursos de odio hacia las minorías con declaraciones, ni con palabras retóricas, se lucha con hechos. Por eso, le decimos al Gobierno que necesitamos hechos que nos protejan, no palabras. Necesitamos leyes, no retórica política».
José María Núñez, presidente de Fundación Triángulo.
Fundación Triángulo, la Federación Estatal de Lesbianas, Gais, Trans y Bisexuales (FELGTB) y Chrysallis, Asociación de Familias de Menores Trans han emitido este martes en rueda de prensa una propuesta para el Ministerio de Igualdad y la Vicepresidencia del Gobierno, con el objetivo de desbloquear las negociaciones con respecto a la ley trans, actualmente estancadas ante la falta de consenso entre los socios de Gobierno.
Así, las entidades han pedido a Igualdad que unifique las leyes trans y LGTBI en un único texto, como le propone el PSOE, y han planteado a la Vicepresidencia del Gobierno que, a cambio, incluya el derecho de autodeterminación trans en la legislación, ya que es la línea roja tanto de la cartera de Igualdad, como de los colectivos que representan a las personas trans.
En este sentido, la presidenta de FELGTB, Uge Sangil, ha defendido que «el derecho de autodeterminación es una condición necesaria para la igualdad ante la ley y la igualdad social de las personas trans». «No hay argumentos de peso para no aceptar esta cesión por ambas partes y, así, se desbloquearían unos derechos y unas leyes absolutamente imprescindibles ante el ascenso del odio contra las personas trans y LGTBI», ha declarado.
La presidenta de Chysallis, Ana Valenzuela, ha denunciado que «el estancamiento actual está llevando a las personas trans y sus familias a situaciones de acoso y violencia que se traducen en atentados contra su salud física y psíquica». «Esta inacción está dejando paso y abriendo espacios a los discursos de odio que a diario lanza la ultra derecha, liderada por Vox, en nuestro país», ha advertido.
En este sentido, ha alertado de que actualmente, «hay menores trans bajo ingreso hospitalario por intentos autolíticos como consecuencia de las agresiones físicas y verbales que reciben y la falta de atención y credibilidad por parte de los sistemas sanitario y educativo». Además, ha puesto de manifiesto que también hay familias que tienen que solicitar bajas o excedencias laborales para acompañar a sus menores trans porque tienen miedo de salir a la calle por el señalamiento, la burla y la discriminación que sufren a diario. «Hay jóvenes incluso que prefieren aislarse para no sufrir este cuestionamiento y esta exclusión constantes», ha declarado.
Asimismo, ha señalado que «las personas trans adultas también están siendo acosadas en sus redes sociales cada vez con más fuerza y están volviendo a escuchar insultos que creían prácticamente superados, y jóvenes que prefieren aislarse a sufrir el cuestionamiento y la exclusión».
Por su parte, el presidente de Fundación Triángulo, José María Núñez, ha recordado los últimos ataques de la ultraderecha al colectivo, como el no reconocimiento de la identidad de la diputada y activista Carla Antonelli en la Asamblea de Madrid; el cuestionamiento de la necesidad, recogida por ley, de impartir educación en diversidad en la Consejería de la Región de Murcia y en los Parlamentos de Andalucía y Madrid o los ataques a las sedes de las entidades COGAM y Lambda en Madrid y Valencia, respectivamente.
Así, ha incidido en que «nos preocupa enormemente la consolidación de la ultraderecha en nuestro país. Por eso, no entendemos que desde el Gobierno central no se protejan los derechos alcanzados, ni a las personas trans y LGTBI con claridad». «No se lucha contra los discursos de odio hacia las minorías con declaraciones, ni con palabras retóricas, se lucha con hechos. Por eso, le decimos al Gobierno que necesitamos hechos que nos protejan, no palabras. Necesitamos leyes, no retórica política».