El 15 de mayo se conmemora en todo el mundo el Día Internacional de las Familias, de todas las familias. Las personas lesbianas, gais, bisexuales, trans e intersex (LGBTI) también formamos parte del ámbito familiar: somos madres y padres, hijas e hijos, hermanas y hermanos, tías y tíos… Conformamos familias homoparentales, monoparentales, ensambladas, ampliadas…, familias con el mismo amor, que deben ser reconocidas y protegidas en igualdad y disfrutar de los mismos derechos.

En España las parejas y familias formadas por personas LGBTI fuimos reconocidas legalmente en 2005, hace ya 16 años. Ese año fue aprobada la ley que reconoció el matrimonio igualitario, y también la adopción conjunta, de parejas del mismo sexo. Sin embargo, existen todavía retos fundamentales en materia de políticas públicas que debemos abordar para avanzar en el reconocimiento y la protección de todos los tipos de familias, como son las siguientes: reformar y mejorar el sistema español de adopciones, levantar de la obligación de casarse para que las mujeres lesbianas puedan inscribir a sus hijas e hijos en el Registro Civil y garantizar la posibilidad de movilidad de nuestras familias entre países, entre otros.

Además, los derechos de las personas LGBTI y la diversidad familiar continúan en el punto de mira de los discursos del odio, de las políticas que pretenden hacernos retroceder en derechos y libertades. Buen ejemplo de ello es el llamado “veto parental” que está impulsando ya la ultraderecha en algunas Comunidades Autónomas. Este veto quiere negar el derecho de niñas, niños y adolescentes a ser educados en los valores de igualdad y diversidad y acceder a contenidos educativos basados en la evidencia científica y apartados de prejuicios y dogmas religiosos. No podemos permitir que el derecho a una educación libre, igualitaria y de calidad sea vulnerado por este tipo de políticas fundamentalistas.

La diversidad familiar es una realidad que debe ser visibilizada, reconocida y protegida como elemento que enriquece la pluralidad y la convivencia democrática. Los derechos de las familias LGBTI deben ser garantizados, especialmente los derechos de las y los menores que viven en familias diversas en todo el mundo, frente a la creciente escalada de odio, intolerancia y discriminación.

Fundación Triángulo nació hace en 1996, hace ya 25 años, y en todo este tiempo no hemos dejado de trabajar por la visibilidad y la igualdad de derechos de las familias LGBTI, siendo una de nuestras principales señas de identidad como entidad social.

Hoy seguimos apostando incansablemente por la diversidad familiar y hacemos un llamamiento a respetar y proteger los derechos de todas las familias en igualdad de condiciones y a fomentar la diversidad familiar en todas sus formas, sin permitir que se impongan el odio, los retrocesos sociales y un concepto uniformador y reduccionista de familia que nada tiene que ver con la realidad diversa de nuestro país.